Los carnavales de Santiago de Cuba
Una viejita arrollaba detrás de la conga. Junto a ella, un mar de pueblo movía la cintura. Niños y adultos, casi todos negros. La trompeta china enloquecía a la gente. Los tambores sonaban con un frenesí místico.
Hace un tiempo la comparsa de Los Hoyos ocupó por primera vez la atención de los grandes medios en Cuba. Fue en ocasión de que Ricardo Leyva y Surcaribe rindieran homenaje a este lugar insigne de la geografía cubana. Esto ocurrió en el video de la canción Añoranza por la Conga.
Los Hoyos fue el barrio natal de Pepe Sánchez, fundador de la trova y el bolero. Su comparsa, fundada en 1902 o1904, es el centro del Carnaval de Santiago de Cuba, la fiesta popular más importante que registra la Mayor de las Antillas.
Los carnavales de Santiago se celebran para conmemorar las fiestas de Santa Cristina (24 de julio), Santiago Apóstol (25) y Santa Ana (26). Se hicieron públicos a principios del siglo XX. Antes de esa fecha se consideraban fiestas de negros y por ello estaban prohibidas.
Por esa época los santiagueros tomaban dos semanas de festejos. En el mes de junio los barrios preparan sus demostraciones. Emulan para llevar la coreografía más bonita. Muchos trabajan en la comparsa, género de desfile con tema incluido. Este puede ser el reflejo de un argumento literario, histórico o fantástico.
Por toda la ciudad las costureras, en el más estricto secreto, cosen los uniformes que llevaran los comparseros. Asimismo se preparan los quioscos donde se venderá el congrí con chivo y ayaca (tamal), plato tradicional de la fiesta. También se oferta la tradicional cerveza o el aguardiente cubano. En los últimos días de carnaval los kioskos no cierran nunca.
Uno de los momentos importantes es el desfile de las tres comparsas centenarias: la Carabalí Izuama, la Carabalí Olugo, y la Tumba Francesa. Provienen de los tiempos de la colonia y las personas bailan tras ella llevan trajes típicos de esa época.
Después de esta muestra de respeto a los ancestros llega el jolgorio. Las mujeres desatan el caos a golpe de cintura y los hombres le siguen el paso de cerca. Miles de cubanos y extranjeros viajan al Oriente de Cuba para disfrutar del Carnaval. Y el que asiste una vez a esta fiesta de la alegría, siempre regresa a ella.