Cuba-Estados Unidos: Las cuentas pendientes

A finales de la semana pasada el gobierno de los Estados Unidos autorizó los viajes de los ciudadanos de su país a Cuba con el objetivo de propiciar los intercambios religiosos, culturales, deportivos y académicos.
También se permitió organizar, en los aeropuertos estadounidenses, vuelos charters hacia la Mayor de las Antillas, medidas que estaban vigentes durante el mandato de Bill Clinton y que luego fueron vetadas por George W. Bush.
En abril de 2009 se eliminaron otras regulaciones que limitaban, en este caso a los cubanoamericanos, los viajes a Cuba y el envío de remesas a los familiares.
La política de Barack Obama posibilitó que en el año 2010 unos 300 mil cubanos viajaran desde Estados Unidos hasta su país de origen, mientras unos 50 mil estadounidenses visitaron Cuba por algún que otro motivo.
No obstante, los voceros del presidente demócrata dejaron bien claro que se mantendrán el resto de las restricciones hacia el vecino caribeño, un conflicto político vigente desde el 1962.
A pesar de que las medidas de Obama pudieran incrementar la cantidad de divisas que entran a Cuba con las remesas familiares, el gobierno cubano teme que esta sea una nueva campaña para desestabilizar la situación política en el país.
No hace mucho se discutió en el Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes un proyecto de ley para eliminar todas las prohibiciones de viajes de Estados Unidos a Cuba.
El proyecto, que también quería impulsar la exportación de alimentos hacia la nación caribeña, fue aprobado con 25 votos a favor y 20 en contra, en una muestra de que las relaciones entre ambos países tienden a normalizarse.
Fuentes del sector turístico afirman que Cuba necesita que se levanten totalmente las restricciones a los viajes de estadounidenses para poder pueda llegar a los 5 millones de visitantes en el 2015, tal como se ha anunciado.
Los turistas norteamericanos son, en el mundo entero, los de mayor poder adquisitivo y se comenta que la construcción de campos de golf, spa y marinas en la Mayor de las Antillas está asociada a un eventual cese de las prohibiciones.