Cuba persiste en reforma migratoria a pesar de los temores

En los niveles más altos del gobierno cubano se discute un proyecto de reforma migratoria que romperá de forma radical con las trabas que durante más de cinco décadas han limitado los viajes de los cubanos al extranjero.
Así afirmó Ricardo Alarcón de Quesada, presidente del Parlamento en Cuba, durante una conversación con el periodista francés Salim Lamrani y durante la cual se dijo que la tan llevada y traída reforma migratoria verá la luz en los próximos meses.
Según el político cubano, la misma se realizará para normalizar la migración de Cuba hacia otros países y para mejorar las relaciones con sus compatriotas residentes en el exterior, los cuales representan el segundo grupo nacional con más impacto en el turismo cubano, sólo por detrás de los canadienses.
Son personas, señaló Alarcón, que emigraron de Cuba por razones económicas, pero mantienen un vínculo pacífico con su país de origen y ante todo desean estabilidad.
Las estadísticas muestran que más de medio millón de cubanos visita cada año la Mayor de las Antillas para encontrarse con su familia, amigos y disfrutar un poco de la paz en su patria.
Alarcón justificó el atraso en la formulación de la reforma migratoria, que se rumoreó saldría a la luz en diciembre pasado, a que se están buscando las mejores vías para preservar la fuerza técnica formada en universidades cubanas, la cual podría verse involucrada en una emigración masiva.
Sin embargo, todo parece indicar que no, que los ingenieros, médicos y técnicos cubanos desean salir de Cuba a mejorar sus condiciones económicas, pero con la condición de disfrutar de estas en su país de origen donde hay poca violencia y se encuentran en su ambiente natural.