Para endulzar la economía cubana

Dos centrales, el matancero Mario Muñoz Monroy y el pinareño Treinta de Noviembre iniciaron por estos días la zafra azucarera en Cuba, un renglón económico tradicional que últimamente ha venido a menos.
En este mes deben entrar a la zafra otros 15 ingenios y con posterioridad se incorporarán 22 para sumar los 39 centrales que tomarán parte en la zafra 2010-2011.
Son en total cuatro menos que el año pasado, cuando intervinieron 43 fábricas de azúcar, retroceso que Orlando García Ramírez, ministro del ramo, explicó al afirmar que las inversiones se hicieron en los lugares más seguros.
La zafra del año pasado fue la peor que tenía Cuba desde 1905, sólo se produjeron un millón 200 mil toneladas del dulce, la misma cantidad que se había obtenido en 1894, con un tecnología muy atrasada.
Por cuatro siglos la industria azucarera resultó el sector insignia de la economía cubana, con entregas sostenidas sobre los cuatro millones de toneladas anuales.
En el 2002, a causa de los bajos precios del azúcar en el mercado internacional y a los bajos rendimientos de las empresas cubanas, se liquidaron 95 de las 156 centrales que existían en la Mayor de las Antillas, además de reducir el área cañera en unas 125 mil hectáreas.
Hoy sólo quedan 39 ingenios en la zafra, muchos de ellos en mal estado estructural, una situación preocupante para la nación que acuñó la siguiente frase: “Sin azúcar no hay país”.