Un gigante anda por Cuba

Por estos días anda por Cuba el gigante de las siete leguas. Pero no mide exactamente siete leguas sino 2,47 metros y no se llama a sí mismo el gigante de las siete leguas, sino Sultán Kosen, el hombre más alto del mundo.
Alguien me comentó, vía telefónica, que Sultán Koser causó una estampida en el Aeropuerto Internacional José Martí, por donde ingresó al país caribeño. Además, tuvo que encogerse para pasar por el lobby del Hotel Nacional, una de las joyas de la arquitectura cubana.
En el Nacional se vieron obligados a juntar dos camas para que el joven turco de 28 años pudiera dormir a pierna suelta. Poco después de su llegada Sultán Koser accedió a conversar con los periodistas cubanos, a los cuales les contó que había crecido normalmente hasta los diez años.
Sin embargo, un tumor en la glándula pituitaria hizo que se disparara el crecimiento. Y su estatura se elevó hasta los 2,47 metros que hoy constituyen el récord Guinness, muy por encima de la marca anterior, los 2,36 del chino Bao Xishun.
A lo largo de estos días la presencia de Sultán Koser asombró a muchos transeúntes habaneros. Ya el joven turco se ha adaptado a La Habana, una capital bajita, con apenas unos cuantos pisos de altura. Pero el cariño de la gente y la admiración que despertaron sus enormes pasos han borrado todo rastro de incomodidad en el gigante.